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lunes, 27 de septiembre de 2010

¿Por qué no hablamos de un estilo?

Porque entendemos que el declive que están sufriendo las artes marciales (entendemos como declive la falta de motivación del alumnado y la ausencia cada vez mayor de clases en gimnasios y clubes deportivos) es debido sobre todo a la proliferación de estilos que intentan erguirse como “única” verdad o “el mejor” de todos. Creemos firmemente que todo arte marcial tiene mucho que ofrecer, y que en una gran mayoría de casos no existe un “problema” con ciertos estilos, sino con quienes lo “enseñan” o con una filosofía más relacionada con fines económicos que con el bienestar del alumnado.

Nosotros no ofrecemos “un estilo” ni un arte marcial nuevo sacado de ninguna chistera milenaria, basamos nuestro entrenamiento en lo que es, un programa de entrenamiento, de igual forma que cuando vamos a realizar un entrenamiento de pesas primero nos dan una tabla básica de entrenamiento, luego una personalizada y más tarde adquirimos los conocimientos suficientes sobre nuestro cuerpo para realizarnos nosotros nuestra propia tabla, el programa cumple esa misma función. Es un punto de salida, el destino depende de cada alumno.

Aunque nuestra filosofía puede tener muchos puntos en común con el Jeet Kune Do, no buscamos “hacer” Jeet Kune Do (para eso ya existen escuelas encargadas y cualificadas para ello), nos reiteramos en nuestra faceta de programa de entrenamiento basado en la “autoexpresión marcial” y en base a ejercicios de potenciación de atributos no en la repetición de patrones o movimientos clásicos.

Es difícil tratar el tema de nuestro programa sin que roce el aspecto personal, entendemos que ambos van unidos desde su concepción, de ahí que por encima de todo prime cierta filosofía cuando tratamos nuestra actividad y que no pueda concebirse esta como algo meramente “físico”, desde la primera clase, el alumno, toma partido íntegramente en el entrenamiento, dejándole a la vista (preferimos el término autoenseñanza a enseñanza tradicional) que el aspecto técnico nunca debe de ser un dogma, sino una herramienta en constante evaluación, no del instructor, sino de ellos mismos.

Intentamos mostrarle al alumno a utilizar diversas herramientas, donde sin duda la mejor siempre será su propio criterio y experiencia, para que poco a poco vaya construyendo su propio “edificio” el cual siempre deberá estar abierto a “reformas” y “ampliaciones”, teniendo como única premisa que el conocimiento y evaluación de las herramientas será siempre una responsabilidad personal.

Una particularidad a la hora de impartir el programa es que no tratamos el aspecto técnico como “una verdad” objetiva, sino siempre puramente subjetiva, lo que funciona para uno no siempre funciona para otros; tamaño, fuerza, velocidad, “empuje” o “serenidad” son factores siempre a tener en cuenta, diferentes personas tienden a responder de forma diferente a los mismos estímulos, de ahí que (y siempre volviendo a lo mismo) sea tan importante que el alumno vaya generando un autoconocimiento pleno de sí mismo. El instructor no interpreta el rol de “maestro” sino tan solo de guía, ofreciendo unas pautas básicas.

No se ofrece una respuesta, se enseña a realizar preguntas.

lunes, 20 de septiembre de 2010

Encuentro con el cuerpo (1º mes)

Primer mes:

Base con la que trabajaremos:

4 tiempos, 3 tiempos, 2 tiempos, 1 tiempo, interceptación de 1 tiempo.

Comprensión de los conceptos sobre; Zoneo y Línea Central

Pasos frontales, diagonales y atrás.

Cuatro defensas base (palma y canto)

“Oír al cuerpo” comprender la mecánica corporal, dejar que los movimientos sean sobre todo naturales, experimentar con la forma natural.

Forma natural.- Es como conocemos al movimiento propiamente dicho sin ningún tipo de floritura técnica ni “tallado” del movimiento, simpleza y naturalidad como base, un puño es un puño, una patada es una patada, un paso es un paso.

Es importante que en esta primera faceta del programa el alumno vaya tomando conciencia de “sí mismo” y sobre todo empiece a comprender la mecánica del trabajo, donde no hay un camino a seguir sino que él mismo es el camino.

Durante este mes se aplicarán en las clases conocimientos básicos sobre ciertas artes marciales con el fin de motivar al alumnado a investigar por su cuenta (entrenando en otros estilos, de forma autodidacta o buscando información), ya que el primer mes es cuando el alumno desarrollará la base de auto crecimiento, decantándose claramente por una forma u otra de expresión (sus movimientos serán de un tipo u otro). Importante establecer que no hay movimiento mal realizado, es en el “enfoque” donde debemos prestar atención.

jueves, 2 de septiembre de 2010

Presentación del programa

Este sistema de entrenamiento está basado en la potenciación de atributos psicomotrices (reflejos visuales, táctiles, velocidad mental, estudio del movimiento, respuesta psicofísica, etc), para los que se emplea un gran abanico de ejercicios que se ejecutan en pareja y que a su vez están basados en la fluidez del movimiento, así mismo una parte fundamental de este programa recae en el estudio o conocimiento de conceptos físicos aplicados a la defensa personal y al estudio de diversos sistemas y artes enfocados a las disciplinas de combate.
Al no ser un sistema rígido cada alumno hace suyo los movimientos y conocimientos que van aprendiendo, haciendo de éste sistema una herramienta enfocada en su totalidad a la autoexpresión, es decir, el alumno va creando su propio sistema de expresión según sus aptitudes o preferencias, así el instructor explica los diferentes ejercicios y conceptos pero no se convierte en un señalador del camino a seguir, esto hace que este sistema este en evolución constante y se enriquezca con diferentes visiones o experiencias.
Aunque es un sistema abierto, tiene sus propias bases de crecimiento y ejercicios específicos, donde el alumno aprende y toma conciencia de sus capacidades físicas.
Este sistema está integrado por ejercicios modificados y específicos de varias artes marciales con un denominador común; la adaptabilidad del individuo al movimiento (Wing Chun, Kali filipino, Jeet Kune Do y diversas artes marciales y sistemas de combate tradicionales y de vanguardia), pero no es ni en ningún momento trata de ser un compendio de ellos, ni tampoco un sistema ecléctico, aunque en esencia tratamos las artes marciales no se trata de un nuevo estilo, sino de un programa de entrenamiento basado en el movimiento.
Es importante destacar que todo esto está basado en un programa de entrenamiento y estudio de conceptos relacionados con el movimiento y las artes marciales, enfocado a la autoexpresión corporal en relación a la defensa personal. No hablamos de un arte marcial tradicional basado en códigos estrictos ni de un deporte convencional, sino de un programa de entrenamiento basado en la autoexpresión y enfocado particularmente en la defensa personal.
Cualquier persona puede practicar este sistema ya que no se trata de un camino único dónde todo el mundo debe hacer lo mismo, sino de un vehículo de autoconocimiento y comprensión basado en cada persona por separado.
El programa está acompañado de una serie de técnicas enfocadas a la defensa personal y es totalmente compatible con la práctica de cualquier otro arte marcial o deporte, ya que complementa cualquier actividad física dando al alumno un mayor conocimiento sobre su cuerpo.
Cuando hablamos de nuestro programa tan solo estamos hablando de una metodología de enseñanza donde el alumno y su desarrollo personal y físico es la base principal. Así que no tratamos de hacer "nada nuevo" sino de unir una metodología de enseñanza a la práctica marcial que ante todo busca despertar en el alumno la necesidad de buscar respuestas por sí mismo.  Es por ello que nuestra metodología puede ser integrada en cualquier otra actividad, marcial o no, y beneficiar tanto al alumno como a los instructores de otras actividades.