Tener
un programa de entrenamiento que se base en el individuo, haciendo de él y de
su superación personal tanto física como psicológicamente se hace realidad con
nuestro programa; conceptos tan
empleados en la educación moderna como las adaptaciones
curriculares y la diversificación son parte íntegra y base fundamental de
nuestra forma de mostrar (“enseñar”) las artes marciales al alumnado. Al
tratarse de una programación moderna enfocada en servir de guía al alumno para
que éste descubra el funcionamiento de
su propio cuerpo y los conceptos físicos que le acompañan, no convierte al alumno en un ser estático
donde grabar movimientos preestablecidos, sino en la naturaleza totalmente
libre, natural e innata de su propio potencial físico. Aunque el programa también está pensado para
niños, es el adulto el que sin duda le sacará mucho más partido a éste, dado
que posee más ideas preconcebidas de las que deshacerse y sobre todo muchos más
problemas a los que enfrentarse con el entrenamiento; desde problemas de
soltura física natural o rigidez, hasta limitaciones más físicas como pueden
ser antiguas lesiones que le imposibilitan ciertas prácticas o incluso
discapacidades físicas que le lleva a pensar que no pueden entrenar artes
marciales.
La
capacidad de nuestro programa reside quizás en ese enfoque propio, personal e
íntimo en el cual el alumno no es un “alumno” sino una persona interesada en
descubrir un mundo nuevo mediante la práctica deportiva de un programa de
entrenamiento basado en las artes marciales, algo fácil de asimilar que no le
lleve a tener que memorizar vocablos de otros idiomas o complejos movimientos
pensados para la juventud o para deportistas asiduos.
No se trata
de “inventar un sistema”, a estas alturas está todo inventado, sino de
descubrir o mejor dicho redescubrir
nuestro potencial tanto físico como mental, de ver que incluso del
movimiento más sencillo, utilizando la lógica y la creatividad podemos expresar algo nuevo para nosotros mismos.
Muchas
personas creen que cuando se habla de potencial físico en las artes marciales
hablamos de dar volteretas o lanzar patadas altas, pero eso es como decir que
solo se puede hablar en prosa poética y que solo utilizando palabras rebuscadas
en la R.A.E. podemos decir algo hermoso
o ser entendidos por los demás.
Las
limitaciones son inequívocamente límites que tenemos, y aunque muchos de ellos
pueden ser sobrepasados hay otros que no. Sin embargo los límites a veces nublan algo
más importante que todos poseemos, y que es el potencial. Todos tenemos
potencial que explotar, no nos engañemos, TODOS, que los límites no os cieguen nunca. Hay un mundo que descubrir sobre lo que
podemos hacer, un libro abierto
esperando que nosotros lo escribamos.
Vernos a nosotros mismos como algo más que un cuerpo nos ayudara a ello,
no olvidemos que nuestra mente, que nuestra capacidad de buscar respuestas y de
hacer preguntas es lo que realmente nos define.
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