¿Por qué este slogan que parece tan contradictorio? Creo que es importante aclarar este punto para las personas que se están empezando a interesar por nuestra metodología (que no método), ya que el alumno que llega viene con ciertas influencias exteriores sobre este tipo de actividades y esto le provoca un conflicto en la primera clase, queriendo el primer día abarrotar su mente con conceptos, posturas y técnicas, provocando cierta tensión corporal, si el alumno aun no conoce como funciona su cuerpo y como se mueve ¿cómo pretender dominarlo con la mente?.
Saltándonos la metodología clásica de cualquier otro estilo, el primer día es importante tomar conciencia de nuestro cuerpo, aprender a oírlo, a dejarnos llevar sin que la mente interfiera o sin que nuestras expectativas sobre defensa personal, arte marcial o deporte interfiera en ese dialogo interior entre lo que nos dice y lo que nosotros le decimos, en definitiva; debemos aprender a “oírnos” antes de poder oír a otros, aprender a soltarnos sin tensiones, a sentir nuestro cuerpo.
La seguridad nace del conocimiento que tenemos de las cosas, sin conocer nuestro cuerpo y nuestra mente no puede haber seguridad real en nosotros mismos, no se trata de sentirnos seguros por practicar “esto o aquello”, o por seguir lo que dice “este o aquél”, no se trata de “tener fe” en el sistema, sino de desarrollar fe en lo que somos y por ende, en lo que somos capaces de originar. El conocimiento técnico es una herramienta, lo que guía esas herramientas es lo importante y a la larga será lo que las convierta en útiles o las deseche.
Este punto es importante porque cada alumno es diferente, el hecho de que tome conciencia de su cuerpo ayudará al buen funcionamiento de clases futuras, podrá ver las cosas con mayor claridad y decidir que herramienta le es más útil para su desarrollo, cuando conocemos la mecánica corporal y el funcionamiento del cuerpo podemos predecir los efectos antes de ejercer una causa, dándonos una ventaja vital a la hora de ejecutar ciertas técnicas o contratécnicas.
Para poder llegar a esto hay que “romper” los patrones mentales que tenemos establecidos como actividad marcial (ya sea por haber asistido a otras actividades, por lo que vemos en los medios de comunicación, películas, revistas etc), por ello en esta primera etapa no hay indumentaria, ni saludos tradicionales, no hay desarrollo técnico ni técnicas floridas, no hay agresividad ni eficacia, y todo parece más un juego (con mas relación con la expresión corporal) que una disciplina marcial. Solo desvistiendo el conocimiento de estándares establecidos (o de marketing viral) podemos ver la realidad desnuda, y no es otra que lo que realmente importa no es practicar “esto o aquello” sino ser nosotros mismos en todo momento, y para esto debemos antes que nada aprender a conocernos, el conocimiento técnico y marcial será solo el “efecto” de esta “primera causa”.
“Conócete, acéptate, supérate”
Clases en Centro de Terapias Naturales Nenúfar C/Varilargueros 8 El Puerto de Santa María