No trata este post de erigir a una distancia
por encima de otra como la mas adecuada, ya que eso depende de muchos factores que
tiene más que ver con el alumno (y las circunstancias de la agresión) que con la distancia en sí,
tampoco se busca la idea de tratar esta distancia desde un enfoque realista o
combativo, (ya que existen, como en todas las distancias, una amplia gama de
factores a favor y en contra que deben ser evaluados por cada practicante) sino
de hacer ver la importancia psicofísica de su entrenamiento dentro de cualquier
metodología, una vez nos hayamos desprovisto de cualquier prejuicio previo
hacia ella.
Trabajar la lucha suelo, también conocido hoy día como grappling, es acostumbrar al
nuevo alumno a un contacto físico realista y palpable, que aunque suave, no lo
hace menos duro. Combates o luchas cuyo fin es la sumisión o control del
compañero sin la necesidad de golpear, ya sea desde una posición de pie o bien
directamente desde el suelo es la base fundamental de este tipo de
entrenamientos libres. Si bien también es cierto que se puede ampliar estos
entrenamientos incluyendo golpes, es preferible empezar sin ellos hasta que el
alumno adquiera ciertas nociones técnicas sobre esta distancia.
El fondo físico, la fuerza, la elasticidad y
otros factores se desarrollan increíblemente en este tipo de entrenamientos,
así mismo el alumno aprende a desarrollar una serie de cualidades relacionadas
con los agarres y proyecciones; como llevar al suelo o como impedir que te
lleven, el conocimiento del equilibrio y de cómo romperlo, la sensibilidad
táctil y el manejo de fuerzas (aprovechar la fuerza del contrario, como tan
bien saben hacer los estilos de suelo), aumentar la respuesta intuitiva o creativa
del alumno ante una situación en la cual existe un combate abierto en el que ninguno
de los dos contrincantes quiere perder (o posibilita la técnica en el otro) e
inevitablemente una prueba de fuego a la técnica en sí; haciéndole ver cuales
les funcionan mejor y cuáles no tanto, incluso les ayudará a dejar de lado
técnicas demasiado elaboradas que no son aplicables en una situación real,
donde el compañero no “deja” que se le aplique.
Especial relevancia toma este aspecto dentro
de una metodología enfocada a la defensa personal femenina donde se tratan
temas tan complejos como situaciones de agresión sexual, un buen entrenamiento
en esta distancia les ofrece una perspectiva mucho más realista a la mujer sobre
este tipo de agresiones, otorgándoles la suficiente seguridad y herramientas
técnicas como para poder defenderse de este tipo de situaciones; evitando que
la lleven al suelo o incluso una vez en él aprender a defenderse desde diferentes
posiciones o a levantarse con rapidez.
Entrenamientos en solitario con el saco también nos resultara beneficioso
El sentido de la oportunidad o timing es algo
que de igual forma se va adquiriendo en este tipo de entrenamientos, buscando
el hueco y el tiempo oportuno para una realización técnica, así como la
capacidad mental para ser capaces de crear estrategias o de variar de unas a
otras según las respuestas de nuestro adversario.
Entrenar con ropa de calle nos dará otra serie de perspectiva sobre esta distancia
Los factores más importantes en este tipo de
entrenamientos no solo recaen en la habilidad técnica, sino en la habilidad de
improvisación que vaya desarrollando el
alumnado, al tratarse de situaciones abiertas, éste, debe aprender a ir
amoldándose a diferentes situaciones no previstas a priori que se pueden ir
dando en dicha distancia.
Es importante que el profesor sepa guiar al
nuevo alumno en este tipo de entrenamientos para evitar lesiones no deseadas y
que esté atento cuando estos entrenan de esta forma, ya que el alumno a veces
por una cuestión de ego, tiende a no
rendirse, corriendo el riesgo de que el compañero que le esté realizando una
técnica ejerza más presión, provocando lesiones de diversa índole.
El alumno debe aprender a controlar no solo
la fuerza del adversario sino la suya propia, el control de la respiración es
vital así como buscar la economía de movimientos (no responder a la fuerza con
más fuerza, sino aprovecharla en nuestro beneficio), aprender a “cansar” al otro
buscando nuestra oportunidad, las diferentes posiciones de guardia, el ser
conscientes de que nos pueden golpear y de que podemos golpear desde esa
distancia son también factores a tener en cuenta en cualquier entrenamiento de
suelo.
Aunque es una distancia que tiene tantos detractores como simpatizantes, lo que si es cierto es que cualquier sistema se puede
beneficiar enormemente de un entrenamiento en el que también exista esta
distancia (aunque solo sea en base a saber defendernos de un agresor con conocimientos de suelo), o bien de otros estilos que la trabajen, complementando nuestra
práctica y dándonos otra perspectiva más sobre el combate y el entrenamiento en
sí.