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miércoles, 18 de noviembre de 2015

Artes marciales no tan milenarias.

Habremos oído decir que muchas artes marciales de las practicadas en la actualidad tienen cientos de años o son de origen milenario, pero basta con un pequeño paseo por la historia de las artes de la guerra para darnos cuenta de que esta afirmación llevada por el entusiasmo o por lo exótico de éstas no es así.
Aunque algunas artes modernas hablan de una evolución de éstas que les ha llevado varios siglos, lo cierto es que el fundador del estilo y el año en que nacen esta mas que confirmado por la historia, y aunque si es verdad que todas beben de una fuente común que ha ido evolucionando poco a poco con diversos conflictos y guerras, no es menos cierto que este mismo hecho da lugar a algo completamente nuevo y diferenciado lo suficiente como  para tratarlas por lo que son; artes marciales modernas.

En nuestro mundo occidental siempre hemos tendido (y lo seguimos haciendo) a sobrevalorar lo exótico y lejano y menospreciar lo nuestro o cercano, sin darnos cuenta de que le hacemos un flaco favor a nuestra propia historia guerrera. 

Un primer dato, cuanto menos curioso, es ver como La Savate (boxeo francés) se empezó a enseñar, estructurado por Michel Casseux y Charles Lecour en 1825 mientras que un siglo después se dieron a conocer artes japonesas como el Karate Shotokan (Funakoshi en 1936) o chinas como el Wing Chun de manos de Ip Man (Hong Kong en 1948), hoy día tanto el Shotokan como el Wing chun son de las artes marciales mas practicadas en el mundo mientras que La Savate sigue siendo un desconocido para el gran público, que decir de La Canne (palo de combate francés).


Hay muchos sistemas o artes guerreras en Europa que han ido siendo relegadas a un segundo o tercer plano a favor siempre de estilos orientales en gran parte por el mayor promotor publicitario de éstas; el cine, donde lo exótico y espectacular siempre ha sido un valor en alza, cosa que a la larga ha podido repercutir negativamente en todas las artes marciales, sin importar su procedencia.



Centrándonos en España podríamos citar tanto artes guerreras autóctonas que se han ido convirtiendo en actividades deportivas o folclóricas (aunque encierren la misma eficacia de otras) como la Lucha Leonesa, remontándose sus orígenes más cercanos al siglo XIV o la Lucha Canaria y el Palo Canario con orígenes del siglo XV. Sin olvidar la gran influencia que ha tenido la esgrima española en otras artes guerreras como las filipinas (Kali-Eskrima-Arnis) y que sin embargo parecen estar relegadas al olvido de los practicantes y estudiosos de las artes marciales.

Un breve recorrido por otros países nos enseña el gran abanico existente de sistemas o artes de lucha que cada país ha desarrollado de forma autóctona como la Capoeira Brasileña, La Lucha Grecorromana de Grecia, el Jogo do Pau Portugués, el boxeo inglés, el Sambo ruso, y muchos más.


Podemos encontrar con datos históricos que las primeras artes guerreras de las que se tienen constancia están situadas en  Egipto en el 2000 a.c. (foto superior ruinas de Beni Hassan) y que los datos mas concretos sobre estilos de lucha se remiten a la antigua Grecia y a su Pancracio Olímpico, algunos investigadores han sugerido, aunque sin validación histórica que fue Alejandro Magno quién introdujo la lucha sin armas griega durante la invasión de la India y que estas fueron transmitidas a China por la figura de Bodhidharma, dando a Occidente la génesis histórica de las artes marciales milenarias.

No es de extrañar que cada pueblo o nación haya gestado su propia forma de lucha con o sin armas, ya que si algo tenemos en común son los conflictos bélicos y la necesidad de protegernos, y dado que todos los seres humanos disponemos de la misma fisionomía tampoco es de extrañar que haya una línea en común que defina todos los sistemas de lucha, nuestra capacidad para agredir y defendernos.

Se hace por ello imprescindible que cualquier investigador o practicante serio de artes marciales investigue no solo en aquello lejano y exótico sino en lo cercano y propio, ya que mientras más se ahonde en la historia de las artes de la guerra más objetiva y clara será nuestra visión sobre ellas y más efectivo será nuestro conocimiento. 

jueves, 12 de noviembre de 2015

Defensa Personal Femenina en el Puerto de Santa María

Próximo taller que impartiremos el día 25 de noviembre por motivo del Día Internacional Contra la Violencia de Género, en colaboración con el Centro de Terapias Naturales Nenúfar, en C/ Varilargueros 8, el Puerto de Santa María, Cádiz. Inscripción previa y ropa cómoda.
Si estás interesada en la D.P. para mujeres, cursos y clases, ponte en contacto con nosotros.


lunes, 9 de noviembre de 2015

El trabajo de alta adaptabilidad en el Programa SAM


La base y esencia misma de nuestro programa de entrenamiento está basado en algo tan esencial como la adaptabilidad y naturalidad del movimiento, por ello toda nuestra programación tiene una base de ejercicios psicomotrices destinados a trabajar la memoria muscular, la adaptabilidad  espacial y el equilibrio dinámico y estático.
La idea base que dio origen a nuestra forma de trabajo no es otra que la comparativa de sistemas y la búsqueda de una raíz común donde se tuviera en cuenta la diferencia motora y la expresividad corporal entre individuos, potenciando esas diferencias en vez de igualándolas dentro de un marco estricto, es decir, conseguir la máxima autoexpresión en el estudio de las  disciplinas marciales.

Cuando se estudia profundamente los principios físicos de estilos nos damos cuenta de que todos tienen a marcar en el alumnado el ritmo del fundador o creador del estilo, es decir, se sigue la premisa de "lo que funcionó para el fundador funciona para los alumnos", sin tener en cuenta las diferencias propias entre estos.
Nos referimos claro está a la parte de expresión personal que impregna cada sistema, estilo o arte.
Si evaluamos seriamente la parte técnica, la mecánica corporal entre estilos, vemos que el funcionamiento, salvo pequeños matices, es el mismo, siendo en el enfoque y en la forma lo que diferencia la gran cantidad de estilos existentes hoy día.
Es decir, una estrangulación, una luxación e incluso un golpe, parten de la misma mecánica, aunque las posiciones de guardia, el enfoque suave o duro o los desplazamientos, entre otras cosas, son las que diferencian las herramientas técnicas.
Entonces ¿por qué no potenciar los atributos que entran en juego al aplicar una técnica en vez de potenciar la forma en la que se ejecutan? O lo que es lo mismo, potenciar al individuo en vez de al estilo, es decir, realizar un entrenamiento que desarrolle más sus reflejos visuales, táctiles, su velocidad mental, su desarrollo físico, su equilibrio y todo lo que realmente hace eficaz cualquier sistema o estilo, dejando que cada cual pueda seguir sus propios intereses en el estudio de cualquier arte o sistema y pudiendo aprovechar el entrenamiento en estos de una forma más rápida y eficaz.

Para ello habría que evadir la idea o el enfoque de algo lineal y mostrarle al alumno una visión amplia de lo que denominamos movimiento, esto le daría además una herramienta imprescindible al tener mayor conocimiento sobre diferentes formas de lucha. Es decir,  amplificar todo el rango del estudio del movimiento aplicable basándonos en ejercicios que pudiesen modificarse según las necesidades propias de cada individuo y teniendo como único punto en común la mecánica corporal más allá de la forma. Además, el programa no debería ser excluyente, ya que buscaría sobre todo la adaptabilidad no del alumno, sino del mismo programa a las necesidades de cada uno, pudiéndose aplicar a personas con algún tipo de problema físico, a personas con diferentes aptitudes o cualquier estilo.
Desde nuestro programa animamos a todos los instructores y profesores de las disciplinas marciales que mantengan una mentalidad abierta y que investiguen y exploren nuevas metodologías de trabajo, para no solo beneficiar su práctica sino las enseñanzas que vuelcan en el alumnado.

Si deseas saber más sobre nuestro Programa, puedes contactarnos en infoprogramasam@gmail.com